Actitud cobaya


Que los seres humanos somos animales es una cosa clara y asumida. Pero asumida solo de palabra, porque en realidad pocas veces somos conscientes de cuánto nos parecemos al resto de especies. Es ese estúpido homocentrismo que tenemos.

Observando a los cobayas, sin ir más lejos, es posible ver la misma esencia en nuestras propias actitudes.

El cobaya es un ser asustadizo, gregario, que se siente más seguro en manada y puede llegar a deprimirse estando solo. Sin embargo hay algunos que viven aislados del resto de su especie, y no parece importarles mientras tengan todas las comodidades. Son pocos (y en realidad no sabemos cómo están de la cabeza…).

Los cobayas son más simpáticos con quien les da lo que necesitan. Por ejemplo, cada mañana yo me levanto primero y voy a verlos, pero no me hacen ni caso. Sin embargo, en cuanto Patryk arrastra los pies por el pasillo ya se ponen a dar grititos como locos. Saben que es él quien les da de comer por las mañanas. A mí, a esas horas, ¡ni un triste cui-cui!

A los cobayas los paraliza el miedo. Ante una situación desconcertante se quedan inmóviles, no reaccionan, ni se mueven ni tratan de cambiarla. No se dan cuenta de que echar a correr es, a veces, mucho más útil. Eso sí, con el tiempo lo aprenden.

Y luego tenemos unas cuantas fotos que ilustran muy bien otras actitudes cobaya que también son más que humanas:

1. El cobaya se siente cómodo cuando quien lo sujeta mantiene todas sus patitas en contacto con la tierra. Digamos que tiene miedo a volar, o a caer, o a que lo suelten.

Cobaya abisinio tricolor

2. El cobaya se relaja cuando sabe que puede contar con un agujero donde meterse. Sólo sacará los bigotes fuera por si se pierde algo interesante y, quién sabe, debe volver a valorar si se queda dentro o sale.

cobaya en su casita de heno3. El cobaya es capaz de escalar lo que sea, ponerse a dos patas y competir ferozmente con sus propios compañeros por un brote verde que en realidad no necesita.

Dos cobayitas comiendo cilantro

4. El cobaya puede pasar, en un instante, de estar muy tranquilo mascando sus cosas a erizarse y protegerse ante la menor amenaza. Casi siempre figurada.

cobaya comiendo perejilcobaya comiendo con mala leche

5. El cobaya sabe que hay cosas muy difíciles de alcanzar, casi imposibles, y aún así no pierde la fe y desgasta su energía por un sueño. Mira hacia lo alto y se pregunta «¿por qué es tan difícil conseguir lo que quiero?» Pero sigue apuntando con el morro a su objetivo.

cobaya intentando alcanzar una rama de perejil

Ya veis, no es tan complicado entender a un cobaya.

4 comentarios en “Actitud cobaya

  1. cada día me enternecen más estas fotos de los cobayas. QUé pobres, me los imagino paralizados por el miedo… y refugiados solo con los bigotitos fuera… ayy y con las patitas en el suelo por miedo a volar. Qué monos…
    Solo me surge una duda de todo el post: ¿por qué no les das tú de comer si te levantas antes y además vas a verlos?? ajajaj
    BSS

    • Hi Hiro! I’m like a cobaya too, for different reasons… 😉
      I would be really worried if I had to take them into a plane! yes, I think the train will be much comfortable for them; at least is what I hope!
      I’m eager to see them there 🙂

Replica a cobayowski Cancelar la respuesta